Doblaje o subtitulado: ¿cuál es la mejor técnica para tu proyecto de vídeo?
Cuando se trata de difundir una película, un documental, un vídeo de empresa o cualquier otro material en vídeo, la cuestión de elegir entre doblaje o subtitulado es ineludible.
¿Cuál es la diferencia entre las dos técnicas?
El doblaje consiste en sustituir la lengua original de una película o un vídeo por otra lengua grabando la voz de un actor especializado por encima de la del actor original. Existen varios tipos de doblajes: el doblaje con sincronización labial (el más común para los largometrajes en España), la voz en off (doblaje de un narrador o hablante fuera de pantalla) y el voice over, que consiste en duplicar la voz del hablante manteniendo en segundo plano el sonido de la voz original (frecuente en los programas de televisión y documentales).
El subtitulado consiste en traducir o transcribir de forma resumida lo que se dice en el vídeo, mostrándolo generalmente en la parte inferior de la pantalla.
Tanto el doblaje como el subtitulado permiten llegar a un público más amplio y no limitarse a los hablantes de la lengua original del vídeo, es decir: facilitan su difusión internacional.
Culturalmente, algunos países están más acostumbrados a una u otra técnica. Por ejemplo, España y Francia suelen doblar las películas, mientras que Portugal o los países escandinavos prefieren verlas en versión original con subtítulos. Sin embargo, estos hábitos han evolucionado recientemente con el auge de las redes sociales y las nuevas plataformas de vídeo.
Ventajas e inconvenientes de cada técnica
La ventaja principal del doblaje es la fluidez de visionado para el espectador. A diferencia de los subtítulos, el espectador no necesita concentrarse en la lectura de un texto en la parte inferior de la pantalla. Esto puede ser una ventaja para el público infantil, que todavía no sabe leer.
Sin embargo, el doblaje requiere un complejo proceso de traducción, especialmente cuando tiene que sincronizarse con los labios. También resulta una técnica bastante costosa (es de 10 a 15 veces más cara que el subtitulado), ya que requiere la intervención de varias partes: el traductor del guion, los actores de doblaje para cada personaje, un ingeniero de sonido, etc.
El voice over y la voz en off son menos costosos, pero requieren la participación de más personas en comparación con el subtitulado.
El doblaje es también un proceso bastante largo que puede extenderse hasta varias semanas. Además, no permite conservar las entonaciones de voz originales, lo que puede hacer que la película pierda interés.
Aunque el voice over parece ser un buen punto medio entre el doblaje y el subtitulado, tampoco es bueno abusar de él. Esta técnica no resulta conveniente para todos los vídeos (como los largometrajes), ya que escuchar de fondo el idioma original puede ser molesto para los espectadores, especialmente para quienes lo hablan.
Por su parte, los subtítulos son rápidos y baratos. En la actualidad, muchos traductores reciben formación en traducción audiovisual y dominan las distintas etapas del subtitulado, desde la transcripción hasta la adaptación, pasando por el pautado.
Otra ventaja importante es que el subtitulado permite escuchar todo el sonido original, incluidas las voces y las entonaciones, lo que añade interés y autenticidad al vídeo. Si bien los principales detractores del subtitulado critican su carácter demasiado sintético, tiene la ventaja de hacer que los vídeos sean accesibles a un público más amplio, incluidas las personas con discapacidades diversas, como problemas auditivos.
Sin embargo, los subtítulos pueden resultar molestos, ya que el espectador se centra más en leerlos que en ver la imagen. Además, el hecho de que requiera pocos medios materiales hace que muchos aficionados se lancen a subtitular, sin formación para ello y sin conocer realmente las normas. Como resultado, los subtítulos a menudo están mal hechos (demasiado largos, demasiado rápidos, mal recortados…) y confunden más al espectador que otra cosa, lo que se traduce en que todo el mundo piense que son agotadores de leer.
Un subtitulado bien hecho debe transmitir el mensaje principal de forma sintética, permitiendo al espectador disfrutar de la imagen y el audio del vídeo a la vez.
Otro aspecto positivo del subtitulado es que es muy útil para quienes desean mejorar en un idioma extranjero. El subtitulado permite escuchar la pronunciación y refuerza así la comprensión oral. Para los niños, ver dibujos animados o programas educativos en versión original (con o sin subtítulos, según la edad) les permite familiarizarse con una lengua extranjera y adquirir muy pronto el gusto por las lenguas.
¿Qué opción es la mejor para tu proyecto de vídeo?
Habida cuenta de los nuevos usos que se les ha dado a los vídeos en los últimos años, en particular a través de redes sociales y plataformas específicas, el subtitulado resulta mucho más adecuado para los vídeos corporativos, comerciales y otros minidocumentales. Permite disponer de vídeos multilingües (a veces con más de 25 idiomas para un mismo vídeo), fácilmente difundibles en todo tipo de plataformas y accesibles a un gran número de usuarios con un presupuesto asequible.
Hoy en día, el subtitulado se ha vuelto indispensable en la publicación de vídeos en línea. También forma parte integrante de la estrategia de marketing de muchas empresas en BtoC y en BtoB. Si bien antes el subtitulado se limitaba a los entusiastas de las películas en versión original, ahora llega a un gran público que se suma a la creciente tendencia de ver vídeos sin sonido o en otro idioma.
Tanto si optas por el doblaje como por el subtitulado, en todos los casos lo más recomendable es recurrir a profesionales debidamente formados en estas técnicas que sabrán proporcionarte consejos y un trabajo de calidad.
Lectura relacionada