La importancia de la guía de estilo de traducción
Todas las empresas, asociaciones u organizaciones tienen su propia marca, que es la imagen que presentan al mundo. La imagen se reproduce en todas las comunicaciones, hasta los colores que la empresa utiliza en sus páginas web y las palabras que usa en sus correos electrónicos.
Puesto que esta identidad de marca tiene que ser coherente en todos los puntos de contacto, es fundamental que las traducciones sigan el mismo ejemplo. Por lo tanto, todos los proyectos de traducción tienen que estar tan alineados con la marca en la medida de lo posible. Si tu organización asigna proyectos a diferentes lingüistas, la forma más eficaz de garantizar la coherencia de la voz de la marca en todos los proyectos es crear una guía de estilo para los traductores.
¿Qué es, exactamente, una guía de estilo para traductores?
Una guía de estilo es un documento de referencia que ayuda a garantizar la coherencia en un proyecto de traducción. En ella se definen las reglas y convenciones que deben seguir los traductores al reproducir la comunicación de la marca en otro idioma.
La guía de estilo cubre la sintaxis y la tipografía inherentes de la marca, así como el tono que hay que utilizar y las reglas de adaptación para todos los países e idiomas. La guía de estilo proporciona a los traductores un conjunto de reglas que tienen que seguir al adaptar los elementos de una marca internacional para que se ajuste a las normas de una región concreta.
Una guía de estilo abarca los siguientes puntos:
- puntuación (tipo de comillas que hay que utilizar, espaciado entre oraciones, etc.);
- ortografía y tipografía (cuándo hay que usar mayúsculas, escribir los números o usar abreviaturas);
- formato (cuándo hay que utilizar negrita, cursiva, símbolos o caracteres especiales);
- adaptación (cómo convertir las medidas o escribir números de teléfono);
- localización (diferentes nombres de productos dependiendo del país, etc.);
- preferencias del cliente (términos y expresiones que hay que evitar usar);
- el tono general o específico del contenido.
Una guía de estilo contiene algunas reglas sobre creación de marca que son aplicables a todos los idiomas, y también debería incluir reglas específicas para cada país o idioma.
¿Cuáles son las ventajas de una guía de estilo para traductores?
Con la guía de estilo se acelerará de forma significativa el proceso de traducción, ya que aumenta la coherencia en la redacción o la traducción de los textos.
Al proporcionarles las reglas y normas a los traductores y los editores, dedicarán más tiempo a crear el contenido y menos a hacer preguntas. También beneficia a los revisores, que tendrán que pasar menos tiempo haciendo correcciones y puliendo las incoherencias del texto.
El resultado es una serie de traducciones que parecen estar escritas originalmente en cada uno de los idiomas de destino y que comunican una identidad de marca coherente en todos los idiomas.
La versión final de una guía de estilo favorece la coherencia entre diferentes proyectos, pero su creación también incrementa el acuerdo entre todo el equipo, tanto en la empresa del cliente como en la empresa de traducción.
Lo ideal es que la agencia de traducción se encargue de crear la guía de estilo, especialmente cuando el proyecto incluye varios idiomas. Sin embargo, durante su creación, la agencia y sus equipos tienen que trabajar en estrecha colaboración con el equipo de comunicación del cliente. Esto suele incluir a los traductores y los gestores de proyectos, pero también puede incluir a los diseñadores, que podrían encargarse de gestionar el formato y la tipografía.
Aquí se presenta otra ventaja: al implicar a los equipos directamente y recoger los comentarios de los traductores y los revisores, la guía de estilo se puede actualizar para mejorar aún más la coherencia y la eficacia.
¿Qué aspecto tiene una buena guía de estilo?
La guía de estilo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un gran ejemplo de guía de estilo. Aunque está más centrada en la creación de contenido que en su traducción, se aplican los mismos principios.
La primera sección contiene la forma y estructura de las publicaciones de la OCDE e incluye instrucciones de estilo y una lista de errores que hay que evitar al utilizar ciertos términos y expresiones. La segunda sección se centra en las normas tipográficas, incluidas las referentes al uso de mayúsculas y la escritura de números.
Evidentemente, no todas las guías de estilo tienen que ser tan completas como la de la OCDE, pero ofrece un buen punto de referencia de elementos que tu equipo puede usar para garantizar la legibilidad y la coherencia entre diferentes proyectos de traducción.
Una marca no se define solo con un logotipo y un eslogan, sino con todas las comunicaciones, desde el contenido impreso hasta los documentos internos, pasando por anuncios digitales y noticias corporativas. Asegúrate de preparar una guía de estilo para mantener esta identidad de marca en todos los idiomas.
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