Nuestro cliente
Un fabricante suizo de relojes de lujo con reconocimiento mundial y una larga historia creando algunos de los relojes más codiciados que el dinero puede comprar.
El reto
La marca quería crear un libro de primerísima calidad para contar sus cien años de historia y conmemorar su centenario. Pero resaltar el impresionante legado de la empresa en un solo idioma no iba a ser suficiente para comunicarse con los clientes de todo el mundo.
Para llegar a todos sorteando las diferencias lingüísticas, el libro tenía que redactarse en un total de siete idiomas y variedades lingüísticas: inglés, alemán, español, chino simplificado, chino tradicional y coreano, además del original, el francés. Después de traducirse y localizarse, las versiones en las dos lenguas no europeas requerían un trabajo experto adicional de diseño de páginas, ya que la tipografía de estos idiomas es bastante diferente.
La solución
Gestión del proyecto conjunta
Empezamos organizando una reunión inicial con los diversos equipos que iban a trabajar en el proyecto. Nuestro director del proyecto incluyó a nuestros equipos de traducción y localización y a nuestros diseñadores, para que todos tuvieran la misma visión del contexto y los retos del proyecto. Esta comunicación con el cliente, en su lengua nativa, fue fundamental para entender sus necesidades.
Revisión exhaustiva
Nuestros revisores expertos llevaron a cabo una revisión pormenorizada del texto original en francés para garantizar la correcta ortografía y la transmisión del mensaje en el estilo adecuado. También aclararon algunas cuestiones culturales acerca de si el texto iba destinado a francófonos de Francia o Suiza.
El trabajo de revisión creó un texto fuente armonizado y fiable, listo para la siguiente fase: la traducción al resto de lenguas y variedades. Con la información aportada por el cliente, creamos una base de datos de términos para que la terminología y la marca fueran coherentes en todo momento.
Lingüistas especialistas en colaboración con expertos locales
También colaboramos con el cliente para crear contactos en cada uno de los mercados meta, de modo que nuestros gestores de traducción pudieran hablar directamente con expertos locales. Esto hizo que cada traducción hablara realmente la lengua del público objetivo. Las traducciones se revisaron y se enviaron para la aprobación del cliente.
Diseño translingüe
Por último, nuestros equipos de diseño usaron su pericia para diseñar las versiones en chino tradicional, chino simplificado y coreano. Nuestro director del proyecto estuvo presente durante todo el proceso para garantizar que todo avanzara correctamente y comunicarse con el cliente como punto de contacto principal para responder preguntas y resolver cualquier problema.
El resultado
Una historia de marca contada sin limitaciones
El cliente pudo comunicar su relato de marca a personas de todo el mundo
Revisores nativos expertos garantizaron que todo el contenido tuviera el mayor impacto
Gracias a los conocimientos en localización se adaptó el idioma a cada mercado
La gestión del proyecto unificada aportó eficiencia en todo el proceso, ahorrando tiempo y minimizando el coste
Con el proyecto completado, el cliente recibió exactamente lo que quería: un libro de la mejor calidad para celebrar y compartir su relato de marca centenario. Las traducciones humanas y la comunicación con expertos sobre el terreno en cada mercado consiguieron que cada libro se localizara a la perfección para sintonizar con posibles clientes.
El cliente notó que el proyecto funcionó de principio a fin como una "colaboración de verdad" con Acolad. Reagrupamos varias fases (gestión del proyecto, traducción, localización y diseño) en una estrategia conjunta que hizo que todo fluyera lo mejor posible.
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