¿Por qué incluir subtítulos aumenta la visilibilidad de los vídeos?
Tu vídeo corporativo ya está listo, lo has revisado mil veces, has comprobado que está todo en orden y corregido los últimos detalles. El sonido está perfectamente sincronizado, las secuencias tienen un ritmo muy sutil… y todo cabe en dos o tres minutos. Pero, ¿te has planteado ponerle subtitular su vídeo corporativo?
El vídeo es un formato en pleno auge, en parte, impulsado por las redes sociales, siempre atentas a las preferencias de uso de los internautas. Como resultado, los subtítulos han dejado de ser la oveja negra de Internet. Hasta hace poco, los subtítulos se consideraban una tacha que estropeaba la armonía de una creación bien compuesta, pulida gracias a horas y horas de trabajo. En la actualidad, la gran mayoría de los vídeos publicados en línea están subtitulados… Veamos por qué.
El SEO y los subtítulos: como uña y carne
Desde los anuncios de Netflix hasta las charlas TED, los subtítulos han cambiado la forma en que vemos vídeos. Uno de los principales motivos: los motores de búsqueda no leen los vídeos, ya que, por el momento, no son capaces de indexar el sonido del mismo modo que hacen con la escritura. El truco infalible: insertar texto, en concreto, subtítulos. No hay que olvidar otros elementos que contribuyen al posicionamiento: la descripción, las etiquetas y, evidentemente, el título.
De hecho, en los círculos de Internet se comenta que un vídeo puede llegar a alcanzar los 8 millones de visualizaciones si está subtitulado, mientras que, sin subtítulos, no superaría los varios centenares de visualizaciones. Seguramente existen otros muchos factores que influyen en este fenómeno, aun así, cabe destacar que incorporar o no estas pequeñas líneas de texto puede resultar determinante.
Cabe recordar que, asimismo, los subtítulos son fundamentales para garantizar la accesibilidad web, es decir, para facilitar que todos los usuarios, incluidos aquellos con discapacidad auditiva, puedan ver y entender íntegramente el vídeo.
Una herramienta de comunicación en toda regla
Quizá este es el contexto en el que menos se espera encontrarlos. No obstante, si analizamos algunos datos, llama la atención que el 85 % de los usuarios que visualizan vídeos en Facebook lo hacen con el sonido desactivado. Lógicamente, es muy complicado captar por completo el mensaje cuando las imágenes no van acompañadas de sonido. Por tanto, este dato puede responder a una considerable transformación de los usos. No hace tantos años, el público se instalaba cómodamente en un sofá para ver la televisión, sin distracciones ni interrupciones. Hoy en día, con el móvil, consumimos un montón de material de vídeo en cualquier lugar: en el metro, en una cena con amigos, en el trabajo, mientras esperamos a alguien, en un sala abarrotada de gente donde hay mucho jaleo o, incluso, en un lugar en el que no queremos hacer ruido para no molestar a los vecinos. Así que silenciamos el sonido. Y es ahí cuando los subtítulos entran en acción.
Otro punto a favor de los subtítulos es que se quedan grabados en la memoria. En este sentido, se ha llevado a cabo un estudio con el objetivo de demostrar la influencia del subtitulado de películas en el aprendizaje de idiomas. Este mismo planteamiento sirve para el ámbito del marketing, ya que el mensaje que se desea transmitir se capta mejor si está escrito.
¿SEO y vídeo? ¡Por supuesto!
En pocas palabras, como hemos demostrado, no hay que considerar el subtitulado como la pieza que hace que el engranaje se trabe, sino como un contenido que hay que mimar como si se tratara de un plano secuencia decisivo. En definitiva, es perfectamente posible mejorar el posicionamiento de un vídeo por medio de lo subtítulos. Así pues, puedes exprimir todo su potencial, darles un papel protagonista… Por supuesto, sin dejar de tener en cuenta las normas específicas, al fin y al cabo, no hay que perder de vista su finalidad audiovisual.
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